En el Senado y sólo con los votos del PP. La Cámara Alta aprobó ayer la reprobación de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, por su gestión de la crisis de Cercanías en Barcelona. A favor de censurarla sólo se pronunció el PP (120 votos), mientras los grupos catalanes –CiU, ERC e ICV–, Coalición Canaria y la mayoría del Grupo Mixto se abstuvieron (14 votos). En contra se posicionaron PSOE, PSC y BNG (116 votos). La reprobación no tiene consecuencias jurídicas. Según el PP, es una acción que debe recoger por ética el presidente, y en consecuencia destituirla. Se trata del primer ministro reprobado en democracia. El ex titular de Defensa, Federico Trillo, fue reprobado por el Congreso por su gestión en la crisis del Yak-42, pero ya había abandonado el cargo.
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